Alguien me preguntó cómo son las puntadas que llevan las sayas del traje regional de asturiana para que el vuelo que lleva la falda no haga mucho volumen en la cintura.
Y aquí está, dicen que una imagen vale más que mil palabras,...bueno en este caso lo intentaré con tres imágenes:
Ésta primera que les pongo es una foto de como queda la cintura con las puntadas:
Esta segunda, muestra la falda girada para que puedan ver mejor las puntadas:
Y esta última, otro detalle más:
Como no soy nada buena con la cámara, no se si se verá bien. Espero que les aclare la duda. Como se puede pareciar son puntadas normales, hecha en cada lado de las pinzas para asentarlas bien.
La Época Romántica
"Crinolinas, miriñaques, carnets de baile, un caballero galante y un baile sonando,...una preciosa noche"
viernes, 15 de febrero de 2013
Una pregunta / A cuestion
lunes, 11 de febrero de 2013
Sidrería-Restaurante Río Astur / Río Astur Restaurant
Continúo con las opiniones de locales de hostelería, con esta sidrería gijonesa, ubicada en la Calle Río de Oro nº 3, justo al lado del Centro Comercial Los fresnos, cercana al centro de Gijón.
El Río Astur es algo más que una simple sidrería. Aúna en un sólo local el ambiente típico de una sidrería con una excelente cocina. Se puede elegir comer en la parte baja, con el bullicio de la gente y el olor al escanciado de la sidra, o hacerlo en el altillo, en un ambiente más relajado e íntimo.
Su cocina es excelente y mezcla los tintes tradicionales con la vanguardia culinaria. Memorables son sus dos tostas: de cebolla confitada con jamón ibérico o la de cecina con mermelada de tomate (creo recordar). Merece la pena saborearlas. O sus esquisitas ensaladas: de ventresca de bonito con vinagreta de manzana por poner un ejemplo. Su secreto a la piedra, sus callos caseros, navajes de Huelva...en fin una carta abundante, variada y bien condimentada. Y no tienen nada que enviar sus postres, como el último que probé, un exquisito milhojas de crema,....pecado celestial.
También son memorables sus jornadas gastronómicas, buenísimas y con un precio relativamente asequible. La última que degustamos fue este sábado pasado: botella de sidra, entrada a base de embutidos, frixuelu relleno de ensalada de frutas aderezada con salsa de yogur, cachopos rellenos uno de jamón y no recuerdo de qué era la salsa y el otro de cecina y queso Vidiago, y cazuelina de arroz con leche y una bola de helado de vainilla. Debo decir, que el frixuleu estaba buenísimo y el cachopo de cecina, quitaba el sentido. Este menú valía 19 €, sólo tuve un "pero", lo pedimos para cenar, y mi estómago no está acostumbrado a comer mucho por las noches, así que, hubiera sido perfecto para una comida.
Lo mejor que tiene este local: el trato que ofrecen, muy profesional, pero tremendamente cercano, es más, solítico. Mi caso personal así lo atestigua: mi niña es celíaca, y ya desde el primer día no tuve incoveniente ni me vi cohartada en preguntarle a Jose (su dueño) la posibilidad de cocinarle algo especial a ella. No hubo ningún problema, es más recuerdo que compraron polos de caramelo sin gluten porque se acordó de mi niña.
Río Astur forma parte de “Sidrerías de Bandera”, junto con unos cuantos locales gijoneses, que formaron esta unión para organizar eventos grastronómicos. Una forma de diferenciación con el resto de locales similares, ofreciendo sidras de máximo nivel, escanciados de calidad, trato muy profesional, etc.
Como cualquier lugar, algún inconveniente tendría que tener: y el más importante que le veo es el de coger mesa. Hay que madrugar si uno va a tomar sólo sidra y quiere disfrutar de ella sentado (que siempre está bien, por aquello de la posterior pérdida de verticalidad,...). Si se prefiere cenar, no cabe duda que lo mejor es hacer reserva para curarse en salud.
Mención especial debo hacer a su escalera de acceso al altillo: excelente lugar en el que los peques se juntan para hablar de sus intereses y hobbies y dejar a sus progenitores un ratín a libre albedrío ;)
Nota: 9.
El Río Astur es algo más que una simple sidrería. Aúna en un sólo local el ambiente típico de una sidrería con una excelente cocina. Se puede elegir comer en la parte baja, con el bullicio de la gente y el olor al escanciado de la sidra, o hacerlo en el altillo, en un ambiente más relajado e íntimo.
Su cocina es excelente y mezcla los tintes tradicionales con la vanguardia culinaria. Memorables son sus dos tostas: de cebolla confitada con jamón ibérico o la de cecina con mermelada de tomate (creo recordar). Merece la pena saborearlas. O sus esquisitas ensaladas: de ventresca de bonito con vinagreta de manzana por poner un ejemplo. Su secreto a la piedra, sus callos caseros, navajes de Huelva...en fin una carta abundante, variada y bien condimentada. Y no tienen nada que enviar sus postres, como el último que probé, un exquisito milhojas de crema,....pecado celestial.
También son memorables sus jornadas gastronómicas, buenísimas y con un precio relativamente asequible. La última que degustamos fue este sábado pasado: botella de sidra, entrada a base de embutidos, frixuelu relleno de ensalada de frutas aderezada con salsa de yogur, cachopos rellenos uno de jamón y no recuerdo de qué era la salsa y el otro de cecina y queso Vidiago, y cazuelina de arroz con leche y una bola de helado de vainilla. Debo decir, que el frixuleu estaba buenísimo y el cachopo de cecina, quitaba el sentido. Este menú valía 19 €, sólo tuve un "pero", lo pedimos para cenar, y mi estómago no está acostumbrado a comer mucho por las noches, así que, hubiera sido perfecto para una comida.
Lo mejor que tiene este local: el trato que ofrecen, muy profesional, pero tremendamente cercano, es más, solítico. Mi caso personal así lo atestigua: mi niña es celíaca, y ya desde el primer día no tuve incoveniente ni me vi cohartada en preguntarle a Jose (su dueño) la posibilidad de cocinarle algo especial a ella. No hubo ningún problema, es más recuerdo que compraron polos de caramelo sin gluten porque se acordó de mi niña.
Río Astur forma parte de “Sidrerías de Bandera”, junto con unos cuantos locales gijoneses, que formaron esta unión para organizar eventos grastronómicos. Una forma de diferenciación con el resto de locales similares, ofreciendo sidras de máximo nivel, escanciados de calidad, trato muy profesional, etc.
Como cualquier lugar, algún inconveniente tendría que tener: y el más importante que le veo es el de coger mesa. Hay que madrugar si uno va a tomar sólo sidra y quiere disfrutar de ella sentado (que siempre está bien, por aquello de la posterior pérdida de verticalidad,...). Si se prefiere cenar, no cabe duda que lo mejor es hacer reserva para curarse en salud.
Mención especial debo hacer a su escalera de acceso al altillo: excelente lugar en el que los peques se juntan para hablar de sus intereses y hobbies y dejar a sus progenitores un ratín a libre albedrío ;)
Nota: 9.
lunes, 4 de febrero de 2013
Cómo forrar botones / How to cover buttons
Al final me decidí a forrar unos botones con agujeros para ponerlos en mi vestido de noche Belle Epoque.
La idea la saqué de otro blog de los que soy asidua, pero olvidé guardar el enlace para mostrárselo, así que decidí tomar fotos del proceso.
Lo primero de todo es elegir la tela en la que vamos a forrarlos. Yo empleé el raso del propio vestido.
Se corta un círculo algo mayor que el diámetro del botón a forrar:
Y vamos doblando la tela alrededor del perímetro del botón:
Una vez conseguido el paso anterior se cose la tela por los agujeritos del botón:
El resultado final es éste:
La idea la saqué de otro blog de los que soy asidua, pero olvidé guardar el enlace para mostrárselo, así que decidí tomar fotos del proceso.
Lo primero de todo es elegir la tela en la que vamos a forrarlos. Yo empleé el raso del propio vestido.
Se corta un círculo algo mayor que el diámetro del botón a forrar:
Y vamos doblando la tela alrededor del perímetro del botón:
Una vez conseguido el paso anterior se cose la tela por los agujeritos del botón:
El resultado final es éste:
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