Comienzo dándoles mi opinión sobre este local gijonés porque en él surgió la idea de hacer esta sección dentro del blog.
Tomándonos un té con limón (mi esposo, mi niña y yo) estas vacaciones navideñas, mi marido me animó a expresar por escrito lo que opinábamos sobre los locales que frecuentábamos. Bien por algo positivo o algo negativo.
En este caso debo decir que fue algo negativo y que particularmente me desagradó, ya que este local me gusta especialmente. Quizás por ello, me animé a hacer estos comentarios.
Ubicado en el centro de Gijón. El Pomme Cuite inicia su andadura hace relativamente poco tiempo.Con una decoración fascinante (para mi gusto, obviamente) ofrecía una alternativa distinta.
Me encanta su té con limón y su bollería, pruébenla, exquisita de verdad.
http://www.pommecuitegijon.com/
En poco tiempo, se hizo con amplia clientela, siendo muy difícil encontrar mesa en su local, sobre todo en el interior (ahora que el fresquito abunda).
Y ahí creo que radica el problema que nosotros presenciamos. Cuenta con varias camareras, pulcramente uniformadas, pero no es suficiente para que el trato con el cliente sea satisfactorio.
Nos sentamos en una mesa a rebosar con las consumiciones de los clientes anteriores, que no fueron retiradas hasta que nos tomaron nota del pedido, y puedo asegurarles que no fue de forma inmediata, ni siquiera podría denominarse rápida. Esperamos mucho a ser atendidos.
Creo recordar, sino me falla la memoria que tenían 3 ó 4 camareras, estando la terraza completa, las mesas interiores también y la barra (lugar en el que se acumulaban demasiadas tazas sucias).
Quizás deberían replantearse, no tanto el número de camareras, sino su función y la efectividad de las mismas. También decir que nos atendió un señor un poco serio en el trato que realizaba sus comandas a una velocidad algo pequeña para la ocupación del local.
La frescura con la que nació el Pomme Cuite se está perdiendo; creo que deberían replantearse si quieren ofrecer un servicio de calidad, como lo venían haciendo, o convertirse en un local atestado en el que prima estar llenos.
Nota: 6,5.