Hay varias formas de
pasar un dibujo a la tela. Se explica varias de muchas.
Transferir dibujo con
rotulador para tejido
Si se tiene facilidad para dibujar, se
puede usar un rotulador especial para tejido y trazar el diseño directamente
en la tela. El rotulador de la imagen es de tinta color azul y desaparece con
agua. Se puede usar en telas de color claro y trama fina. En el caso de telas
gruesas o de color oscuro se puede usar tiza. Como siempre lo mejor es hacer una prueba previa en un trozo pequeño de tela.
Transferir dibujo con
papel de calco para tejidos
Si se dispone de un
diseño impreso se puede transferir a la tela de distintas formas en función de cómo
sea esta. Si se trata de una tela de color claro y fina puede que el diseño se
transparente a través de la tela si se coloca sobre el dibujo. En este caso, se
puede repasar directamente el dibujo con el rotulador para tejidos. Si no se ve del todo bien, se puede hacer una caja de luz. Habría que colocar el
gráfico y la tela sobre un cristal y bajo este una lámpara. La opción más
socorrida a la caja de luz sería una ventana. Basta con pegar el gráfico
al cristal y sobre él colocar la tela.
Calcar dibujo a la tela
Tanto para telas claras
como oscuras también está la opción de papel de calco para tejidos. Es un
papel de color amarillo que se colocaría entre la tela y el gráfico. Habría que
repasar el dibujo presionando con un lápiz o bolígrafo o una ruleta de sastre.
Transferir dibujo en
tela oscura
Hay tejidos gruesos,
con textura, estampados o de punto en los que no es posible transferir el
dibujo de ninguna de las formas explicas anteriormente. En estos
casos, se puede usar papel de seda. Calcar el dibujo y fijarlo a la tela con
alfileres. Bordar solo los contornos para a continuación quitarlo rompiéndolo
con cuidado. Una vez sin el papel, bordar rellenos y detalles, nunca con el papel
puesto porque al retirarlo puedes estropearse.
Transferir dibujo mediante
picado o perforado
Uno de los métodos más
tradicionales, que consiste en trazar el dibujo sobre un papel vegetal grueso,
colocarlo sobre una superficie almohadillada y agujerear los contornos por
medio de un punzón afilado o una aguja gruesa clavados regularmente a lo largo
de todas las líneas del diseño.
También se puede pasar con
la máquina de coser sin hilo y con una aguja igualmente gruesa, si tenemos
suficiente habilidad con ella.
Una vez tenemos todo el
papel con los contornos del dibujo perforado procederemos a colocarlo sobre la
tela, colocando la parte rugosa del papel perforado en contacto con la misma, y
lo empolvaremos. El jaboncillo de sastre en polvo, que se vende en una especie
de tampones puede servir para ello. Pasarlo repetidamente en círculos
sobre las líneas perforadas. Como actualmente no es demasiado fácil encontrar
ese tipo de tampones, un sistema efectivo es utilizar para repasar los contornos un poco de azulete (del que
se utilizaba antiguamente para la ropa blanca, de venta en droguerías y tiendas
de pinturas) diluido en agua y aplicado con una muñequilla, y que además
resulta más persistente que el jaboncillo en polvo.
En ese método, las líneas marcadas son sólo los puntos del
papel vegetal, no líneas continuas y habrá que repasarlas después de
empolvarlo con un lápiz o un marcador para unir los puntos obtenidos.
Los patrones de dibujo
picados tienen la ventaja de que pueden utilizarse varias veces y van muy bien
para realizar bordados de motivos repetitivos.
Fuentes:
https://www.arorua.es/transferir-dibujo-tela-para-bordar/
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